En el marco de la participación en el Foro Económico Mundial, realizado hoy jueves, el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Iván Ontaneda, manifestó la importancia de contar con una nueva industria para enfrentar la crisis producida por el Covid-19, refiriéndose a la despenalización, en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), de la siembra de cáñamo para fines medicinales e industriales, realizada en diciembre de 2019.

El secretario de Estado expresó, ante el exsecretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y demás panelistas, que la industrialización del cáñamo puede significar ingresos significativos para el país, además de que Ecuador se encuentra en el momento oportuno para desarrollarlo. Palabras que fueron respaldadas por los participantes.

“Hay que pensar fuera de la caja. El desarrollo de una nueva industria, como el cáñamo, nos permite generar nuevas fuentes de empleo y equilibrar la economía, mientras generamos alternativas medicinales para enfrentar los problemas de salud”, expuso el ministro Ontaneda ante el Foro Económico Mundial.

Señaló que, aunque el cáñamo y el cannabis pertenecen a la misma familia, son dos plantas con rasgos diferenciadores. Mientras el cannabis contiene elevados niveles de THC, componente químico de efecto psicoactivo, el cáñamo cuenta con bajos niveles del mismo y se siembra con el fin de obtener materias primas.

El cáñamo puede ser usado como fuente de alimento, sus semillas son ricas en proteínas, Omega 3 y Omega 6; como fibra textil, la más larga, suave y resistente de origen vegetal; como un biocombustible de emisión neutra de CO2; materiales plásticos; y papel, alternativa para prevenir la deforestación.

Según Grand View Research, investigadora de mercadeo reconocida internacionalmente, el valor mundial de este mercado supera los USD 11 billones. Proyecciones de esta misma fuente estiman que crecerá a USD 54 billones para el 2025.